En todas las bodas de mis amigos y familiares, todo el mundo me pregunta por qué no tengo pareja y cuando pienso sentar la cabeza y formar una familia. Harto de dar explicaciones de lo más variopintas y desganadas, he decidido iniciar mi campaña. Porque yo quiero reproducirme. Estoy dispuesto a traer descendientes a este mundo. El asunto es que no encuentro voluntarias para dicha misión, para cumplir con mis deberes biológicos.
Por tanto, busco útero para uso y disfrute del mismo. El útero ha de estar en buenas condiciones de conservación y utilizable. Es necesario que la poseedora del mismo lo detente a título de dueña del pleno dominio. Me reservo las correspondientes acciones por evicción. El útero ha de venir con el resto de cualidades reproductivas intactas.
En cuanto a la dueña del citado, ha de atraerme físicamente. Al menos, lo necesario para consumar nuestra misión. Eso no significa que se parezca a una modelo. No creo en estereotipos. Esta cualidad se comprobará tras el primer contacto. La voluntaria ha de estar dispuesta a compartir una vida e importarle más los sentimientos que el dinero. Es conveniente que sea sexualmente muy activa.
Inicialmente, el objeto del contrato es tener y criar a la progenie. Por tanto, se desea un compromiso de por vida. En atención a ello, la detentadora del citado útero debe tener un mínimo de cultura e inteligencia y que su programa favorito de la televisión no sea Gran Hermano. Ha de ser más empática que simpática. Son absolutamente necesarias una total lealtad y fidelidad. Asimismo, se desea que sea una persona positiva y bien dispuesta. Es imprescindible que no necesite de sobreatención y que no espere que pase el día mimándola o preparando excitantes planes con los que sorprenderla a diario. Se busca formar una familia, no una agencia de viajes, ni un grupo de animación socio-cultural.
Tiene que ser una mujer con personalidad y carácter (aunque no mal carácter). No soporto a las nulidades. En cuanto al método de cría de los descendientes, creo que han de ser el centro de toda nuestra atención. No creo que se deba mimar a los niños. Necesitan disciplina tanto como cuidados. También es necesario inculcarles desde temprana edad el sentido de lo que está bien y lo que está mal. Procurar la felicidad de un infante no es darle todo lo que quiere cuando quiere. El colegio es el lugar dónde se les adiestra en el manejo de ciertas materias. La educación es un asunto de la familia.
Por mi parte, ofrezco persona seria y responsable. Trabajador y dispuesto a compartir todas las cargas de la familia, incluidas, por supuesto, las labores domésticas. Me considero una persona de inteligencia media y un nivel cultural razonable. Dispongo de inmueble e hipoteca propios. Soy leal y fiel por naturaleza. Soy cariñoso cuando no me lo piden y algo maniático. Apasionado con casi todo lo que vale la pena. En general, no me busco más problemas de los que la vida me plantea.