domingo, 2 de agosto de 2009

La canción del verano

Junto al recuerdo de los veranos de mi vida convive el recuerdo de las canciones del verano. Esas canciones, que al decir de muchos críticos y expertos, no han sido nunca suficientemente valoradas. Son esas pequeñas canciones que, según dicen, nos traen recuerdos de nuestra juventud. Sin embargo, este año parece ser que no va a haber canción del verano.
Y yo me alegro. Porque la canción del verano, todas ellas individualmente consideradas y el concepto en sí mismo, son y han sido una puñetera basura comercial. Todas las canciones del verano son nauseabundas y patéticas. Todas ellas son malas, malas y malísimas. No son más que montajes comerciales con canciones hechas en diez minutos para ganar mucho dinero. A mí todo eso me traería al fresco si no fuera porque parte esencial de dicha operación comercial consiste en saturar todos los medios de comunicación y dar el coñazo en todos los lugares públicos (desde las discotecas y antros de todo tipo hasta las estaciones de tren y los aeropuertos) con sus malditos soniquetes.
Aparte de que es mentira lo de la asociación de ideas. Por ejemplo, para mí el verano de 1988 está unido al "Sweet child O' Mine" de los Guns'n'Roses. O el del 92 a "Lithium" de Nirvana. Y por suerte para ellos nunca fueron canción del verano. Así que parece ser que la canción del verano ha muerto víctima del formato Mp3 y del "intercambio" de archivos por internet. Ahora ya no pueden imponerle a la gente lo que les tiene que gustar. Que se jodan Teddy Bautista y Ramoncín.