martes, 15 de abril de 2008

Juan Antonio Roca

A los pocos meses de empezar a trabajar en Marbella, supe inmediatamente que para poner un ladrillo aquí había que "hablar con Roca". Seguidamente fue detenido en la primera parte de la celebérrima Operación "Malaya". Sin embargo, hoy este señor que tiene un patrimonio de dimensiones cósmicas de, cuando menos, difícil justificación, que evidentemente tiene bienes en el extranjero (seguramente en paraísos fiscales), está hoy paseándose por todo lo ancho de sus amplias propiedades en Marbella. Está claro que este señor aún no es culpable. Es, sin embargo, un sospechoso muy prometedor.
A veces escucho que en España los ladrones entran por una puerta y salen por otra. No me gustaría estar hoy en la piel de un Juez de lo Penal o un Magistrado de cualquier Audiencia Provincial. ¿Cómo condenar a alguien por robar un coche que puede valer, como mucho, 30.000 o 40.000 euros cuando el principal sospechosos de la mayor trama de corrupción de la Historia de España está en la calle? ¿Y a un joven delicuente por robar una moto? Es una vergüenza.
La Justicia es un cachondeo.

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