viernes, 10 de abril de 2009

Esperanza Oña te odia

Sé que puede sonar fuerte. Pero si eres vecino de Fuengirola y tienes un coche esta afirmación es absolutamente cierta.
Al principio pensé que era simple incompetencia pero ahora ya estoy convencido de que sencillamente, la alcaldesa de Fuengirola nos odia. Uno de los atractivos que tiene (o tenía) Fuengirola es que la mayor parte del año era un sitio especialmente tranquilo. Lo que es lógico ya que aquí dos de cada tres viviendas están desocupadas la mayor parte del año. Pero la señora Oña ha procurado en los últimos años que en cada reforma que se hace en las calles de nuestra ciudad se quiten la mayor cantidad de plazas de aparcamientos posible. Así aparcar en las calles de Fuengirola se está convirtiendo en una aventura y durante el verano en una misión imposible. Y lo mejor es que no lo hace para conseguir nada en concreto. Es decir, salvo llenar de aceras zonas por dónde no pasa nunca nadie (antes pasaban para ir a buscar su coche, claro).
Lo peor es que sospecho que está intentando que los que no tenemos cochera compremos una plaza (en realidad ni siquiera es comprada, es cedida por 50 años creo) en los aparcamientos que ha construido el Ayuntamiento y que gestionan ciertas empresas privadas. Tiene tela.

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