El contendiente Republicano en las elecciones del próximo 4 de noviembre, es John McCain, senador por Arizona. Algunos venimos siguiendo la trayectoria de este político peculiar desde hace años.
John McCain no es un cualquiera, ni un candidato de circunstancias. En primer lugar hay que recordar que John McCain es un héroe de guerra. Fue piloto de la Marina durante la guerra de Vietnam. En 1967, mientras pilotaba un bombardero, fue derribado sobre Vietnam del Norte. Pudo saltar del avión rompiéndose una pierna en la caída. Fue capturado por el Ejército nordvietnamita e ingresado en la prisión que los americanos llamaron el Hanoi Hilton. Se daba la circunstancia de que el padre de John McCain, el almirante John McCain, era el comandante de las fuerzas americanas en el Pacífico. Esto convirtió al actual senador en objetivo primordial de las torturas nordvietnamitas. Pretendían que efectuara sensacionales declaraciones sobre los crímenes de guerra que supuestamente habían cometido los Estados Unidos. No lo hizo durante los cinco años que permaneció allí. Por todo ello ganó algunas de las más altas condecoraciones militares. Las secuelas de dichas torturas son las que le producen que cuando saluda en público parezca un Click de playmobil.
Esto lo convierte en un hombre admirable, desde mi punto de vista. Y eso con independencia de mi opinión general sobre la guerra del Vietnam. Después fue uno de los oficiales de enlace del Pentágono con el Comité de Servicios Armados del Senado, dónde empezó a interesarse por la política. Elegido senador en 1982, se presentó a las primarias republicanas contra George W. Bush en 2000, siendo vencido por éste, que utilizó todo tipo de trucos sucios en ellas.
John McCain ha sido un republicano hasta cierto punto reaganiano y hasta cierto punto heterodoxo. Ha mantenido una posición dura en asuntos de Defensa y Seguridad. También ha sido un defensor del equilibrio presupuestario y de la contención del gasto público. Fue uno de los promotores de la normalización de las relaciones con Vietnam. También se ha destacado por ser tibio en asuntos como el aborto y el rezo en las escuelas, lo que le ha granjeado el resentimiento de la llamada derecha cristiana.
John McCain, asímismo, ha sido uno de los promotores de la lucha contra los intereses especiales (para más información sobre ellos, me remito a Elecciones USA IV). No es ningún novato y no es tampoco ningún político demagógico. Es un hombre de sólidas convicciones y muy preparado. Quizá su principal defecto es que ha llegado a la carrera presidencial demasiado tarde. Tiene 71 años. De ser elegido, sería el presidente más anciano en llegar al cargo.
No creo que fuese un mal presidente, pero sus recetas son muy antiguas para estos tiempos. Por otro lado, no está claro si podría dar un giro a la política americana ya que la herencia de George Bush, quizá sería demasiado lastre para él.
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