Virus

Últimamente, es frecuente que detectemos olas de infecciones que afectan a muchas personas a la vez en un corto espacio de tiempo. Supongo que esa percepción es debida a que proviene de las personas con las que convivimos a diario y entre las que nos podemos haber contagiado mutuamente con más facilidad.

Sin embargo, es curioso como este tipo de pequeñas enfermedades con síntomas muy típicos (fiebre, estornudos, vómitos, colitis, etc...), son diagnosticadas invariablemente por el médico con la frase: "tiene usted un virus". Sinceramente, uno esperaba que bien entrado el siglo XXI, la ciencia médica hubiese llegado algo más lejos. Es decir, para esa diagnosis no me hace falta el Dr. House: me basta con mi vecina de al lado.

La última vez, me dieron ganas de decirle a mi médico "Ya sé que es un virus. Si me hubiese atropellado un camión estaría en la UVI y si me hubiese tocado la lotería estaría en el Caribe". Antiguamente uno iba al médico y le decía a uno "Tiene usted faringitis". A lo mejor es que la ciencia médica va para atrás. Pero también es posible que no tengan una explicación concreta para este tipo de cosas porque a lo mejor se deben a un estilo de vida que cada día nos hace mella. Puede que se deba a que el agua que bebemos cada día es menos agua. Que el aire que respiramos esté más lleno de veneno. Que cada día el estrés nos vaya consumiendo como velas. Que este existencialismo hiperactivo nos haya convertido en esclavos de nuestras ambiciones.