martes, 20 de noviembre de 2007

Nietzsche

Hace cierto tiempo le di una mis habituales chapas filosóficas a alguien no muy versado en esta materia, y que aguantó, por cierto, estóicamente. Tampoco yo soy ningún erudito. He leído la mitad de lo que me hubiese gustado sobre este tipo de asuntos.

Gran parte de dicha charla versó sobre la aportación peculiar de Federico Nieztsche al pensamiento filosófico. No he leído muchos libros del filósofo alemán. Tan sólo Más allá del bien y del mal y El Anticristo. Sin embargo, dicen que basta leer cualquier obra de éste para encontrar las esencias de su pensamiento.
Todo el mundo se pregunta qué quiere decir Nietzsche con toda su filosofía. Esa es la gran cuestión irresuelta. El significado último de toda su literatura. Ciertamente, el lenguaje desmedido de su obra parece que acaba por ocultar sus ideas. Voy a intentar sintetizar en unas líneas mi humilde opinión.
El pensamiento vitalista, como se ha dado en llamar, aporta por encima de todo grandes novedades al panorama del pensamiento. Lo hizo en su época y siguen vigentes hoy día. Porque nadie ha sabido dar respuestas a la mayor parte de las cuestiones que plantea.
Lo primero que destacaría del genial alemán es su valentía intelectual. Toda su obra significa un reto, un desafío, a todo el pensamiento construido hasta entonces. Es alguien que no se conforma y lanza una crítica brutal y totalizadora a todas las teorías construidas hasta entonces, que él considera partes de una sola cosa. Lo importante de Nietzsche no son las respuestas, son las preguntas.
La gran crítica empieza por el concepto de Razón, tan venerado por la filosofía clásica alemana. Critica la existencia de la Razón en cuanto instancia superior que guía, o debe guiar, nuestros actos. La contrapone al concepto de voluntad. Frente al "cogito ergo sum" (pienso luego existo) de Descartes él plantea "volo ergo sum" (quiero luego existo). Es un ataque furibundo, pues, a toda la tradición de pensamiento empezando por Platón y Aristóteles y continuando por Jesucristo y la patrística cristina. Especialmente mal trata a San Pablo, en cuanto primer conciliador del cristianismo y la tradición filosófica greco-latina. Intentando resumir y, a riesgo de ser laxo, ¿quién dice que el hombre tiene razón innata? ¿acaso nacen los niños con razón? ¿Existe una Razón hacia la que debamos dirigir nuestros pasos o es una imposición a posteriori de nuestra cultura? Cualquier persona que se plantee estas cuestiones mínimamente sentirá como se tambalea su concepto del mundo.
A partir de ahí, como es lógico, se deducen una serie de interrogantes no menos terribles. Porque su siguiente paso es el cuestionamiento de toda epistemología (rama de la filosofía que estudia el conocimiento). En ese sentido también es enormemente innovador y sin duda arriesgado. Se trata de un giro dramático. Todas las definiciones del "ser humano", de "lo que se es" habían partido siempre de la existencia de una substancia común, de una esencia humana. Pero lo que plantea Nietzsche no es cuál es la naturaleza de dicha substancia. Directamente plantea que no "se es" sino que se "llega a ser". Dicho de otro modo: supone una ruptura radical con el objetivismo. Toda epistemología anterior partía del hecho cierto de que hay un sujeto que observa, que conoce, y un objeto que es observado, conocido, aprehendido. Nietzsche plantea que no somos sino que "vamos siendo" por tanto no existe esa división entre sujeto y objeto de conocimiento. En otras palabras: lo importante es "como se llega a ser".
Las nuevas interrogantes que va abriendo son a cuál más tremenda que la anterior. Porque el siguiente escalón no es menos inquietante. El cuestionamiento de la moral. ¿Por qué hemos de someter nuestros actos a la razón? ¿Por qué hemos de poner nuestros sentimientos, nuestros instintos, nuestra intuición por detras de ello? ¿Quién se arroga la autoridad de decir que todo eso es malo? No se trata de que cuestione unos valores en concreto. Es mucho más grave. Cuestiona cómo se construyen los valores.
Espero que no os haya aburrido. Se admiten y se desean críticas y comentarios.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

"¿Por qué hemos de someter nuestros actos a la razón?"

Lo mejor es no hacer esto nunca, como yo misma a lo largo de toda mi vida. Y me va bien (creo)

Jose dijo...

"...La Guerra vuelve estúpido al vencedor y rencoroso al vencido..."